miércoles, 22 de junio de 2011


LA PARRANDA DE SAN PEDRO, UNA TRADICIÓN

Luis Martus, Cronista de la ciudad de Guatire desde hace 40 años, cuenta que la parranda de San Pedro es una festividad popular y religiosa que se da en las comunidades de Guarenas y Guatire, dándose con mayor tradición y afluencia de gente en Guatire, Estado Miranda. Martus es Guatireño de nacimiento, tiene 75 años de edad y desde muy pequeño su atención se inclinaba por las tradiciones de su “hermoso pueblo” como él mismo lo llama desde que tiene uso de razón.
Mirando por una ventana que refleja todo el casco central de Guatire, recuerda como su bisabuela le contaba de donde surgió esta tradición de la Parranda, relata como le decía “Luisito, ven aquí que te voy a contar una historia interesante; y comenzaba a decirle, en Guarenas se encontraba la Hacienda “San Pedro”, donde esclavos y esclavas daban lo mejor de sí para ver prosperar y crecer la caña de azúcar. Estos trabajadores, impulsaron el culto al santo, que trascendería generaciones y se convertiría en toda una tradición bañada de milagros por montón.
Estos esclavos, se pintaban el rostro con betún para no ser reconocidos y se vestían con ropa que los amos les regalaban. De esta forma, año tras año cada 29 de Junio podían celebrar su creencia y festejar en honor al santo.
Carlos Espinoza, Guatireño y habitante de este pueblo, amante de esta tradición, explica otro punto de vista del por que se lleva a cabo “esta hermosa celebración, lo que le dio fuerza a está vieja costumbre de celebración entre los negros, fue el milagro que el santo le realizó a la hija de María Ignacia”, era una negra esclava que pidió su salvación a cambio de cantar y bailar como pago de promesa; al morir María Ignacia, su marido junto con el resto de los parranderos continuó lo que había comenzado su esposa y se disfrazó de mujer para seguir con la alabanza.
Debido a esto, dentro de los parranderos un hombre se viste de mujer y carga en sus brazos a una pequeña negra, para simbolizar a la dichosa niña que vivió gracias a “San Pedro”.
Ramón Milano, cultor de este pueblo, es uno de los precursores de esta Parranda, y también el encargado de seguir llevando a cabo esta tradición, expresa con gran emoción y sentimiento como anhela cada 29 de junio, y como esta celebración, ya forma parte importante de su vida, ese día, se para bien temprano, y explica que la parranda se inicia con una misa en el Templo parroquial a la cual asiste sin dudarlo,  luego se reúne con parranderos que se concentran en varios lugares del pueblo, cantan, y bailan recorriendo las principales calles, acompañados por muchas personas. Al llegar la aurora la parranda comienza a dispersarse; y Milano una vez más regresa a su casa con la esperanza de que esta tradición se mantenga así de viva con el pasar de los años.

YASMARY TROCONIS

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