viernes, 27 de mayo de 2011

Reggaetón, ¿bueno o malo?
Estando en una fiesta de un niño que cumplía cuatro años pude escuchar, sin querer, como dos madres se decían “¡la juventud de ahora está perdida!”, “¡ya no hay pudor!”, “¡en mis tiempos no era así!” pero cuando empezó a sonar una canción, muy conocida, cuya letra dice algo así “Apaga esa luz… esa es la actitud. Ponte salvaje… esa es la actitud. Si me pides mas… esa es la actitud. Sin piedad… esa es la actitud”, esas mismas señoras fueron a aplaudir y a hacer barras a sus hijas, de máximo 7 años cada una, quienes hacían un baile que harían ver a cualquier chama sobre los 20 años como una “chica fácil”.

De este género musical, tan popular, hay muchos estilos que van desde el romance, el sexo, hasta la violencia; todo depende de quien lo interprete, unos son más decentes, y hasta más digeribles que otros. Según la forma en que vistan puedes adivinar que estilo de reggaetón interpretan; algunos parecen unos niños sifrinos en busca de fama, estos son los que destacan en el llamado “romantiqueo”, mientras que otros lucen como unos malandros en busca de rehabilitación, estos son los de “el perreo”.

Sus interpretes son considerados por algunos como “personas con suertes, que no tienen talento y que han hecho dinero fácil a costa de un género sin sentido”, mientras que otros opinan que “esos cantantes son personas luchadoras, que vienen de abajo y han logrado el éxito haciendo lo que les gusta”.

Independientemente del estilo, el reggaetón es lo que más suena en las fiestas. Parece que a las personas no les importara lo que te está rapeando o gritando el cantante, siempre que el ritmo sea pegajoso y te invite a bailar. Es casi un hecho que cualquiera, con unos tragos encima, le guste o no, salga a bailar al ritmo de un reggaetón; de hecho, hay quienes aseguran que “¡sin reggaetón no hay rumba!” y afirman que “eso es lo más sabroso pa’ bailar”.

Pero, hay otras personas que se van por las letras y son quienes dicen “eso es inmoral, sólo te dicen cosas malas” o hasta arrugan la cara y hacen gestos de negación cuando les nombras a algún reggaetonero. La verdad, es que muchas letras son inapropiadas y llegan a incitar al sexo o a la violencia, algunas hasta pueden ser denigrantes para las mujeres, aunque a la mayoría pareciera no importarles, porque al escuchar una de esas canciones comienzan a bailar exóticamente y hasta dicen “¡esa es mi canción!”.

Bueno o malo, el reggaetón queda al gusto de quien lo escuche, si eres fanático, disfrútalo, báilalo, cántalo; pero si eres de esos que no les gusta, será mejor que no salgas a la calle sin un ipod o mp3 que tenga grabado tu música favorita y no esperes ir a una fiesta y no tener en tus oídos ese ritmos pegajoso, con letras inapropiadas.

Yessica Reyes
 

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