viernes, 27 de mayo de 2011

Rescatando nuestras raíces
Tan fascinante es volver a Venezuela luego de haber estado tantos años fuera, recorriendo el mundo, es difícil conseguir lugares con tanta variedad de paisajes, no en todos los países encontramos desierto, playas, llanos, montañas y nieve, además gente cálida que te brindan una sonrisa real y te tienden la mano si te ocurre algo, receptiva y amable, igualmente disfrutar de tantas festividades que celebramos el Tamunangue, la fiesta de los loco, el velorio de la cruz de mayo, la paradura del niño, son lagunas de estas fiestas representativas  y  me dio tristeza ver como se han perdido poco a poco algunas de las tradiciones de mi país.
Hoy en día se puede ver claramente como nos sentimos parte de otras culturas, que en algunos casos han contribuido al deterioro del arte y  la cultura autóctona, yo he sido participe de la perdida de la identidad nacional y una de las cosas que más extrañe mientras estuve fuera fue la variedad de Fiestas tradicionales, fechas conmemorativas y comida que puedo conseguir en mi tierra. Nos hemos dado a la tarea simplemente de copiar, mas no de mantener y reforzar esas hermosas tradiciones que tenemos, los bailes, la música son algunas de las costumbres más bellas de nuestro país y sin darnos cuenta estamos perdiendo nuestra identidad.  Esto nos ha hecho que perdamos muchos de nuestros valores e inclusive que nos olvidemos de muchas creencias, mitos, costumbres.
Es de hacer notar que a pesar de la gran influencia de culturas extranjeras  en la zona colonial de Petare frente a la plaza sucre, se encuentra la fundación Bigott  su misión fundamental es transmitir y enseñar  a toda la comunidad las tradiciones culturales de nuestro país, desde la comida, los bailes, música y en general cada una de las partes de la cultura popular. Por tal razón realice una visita a esta fundación, donde me encontré con Tibisay García una mujer que ha dedicado su vida a llevar un poco de sus conocimientos cosechados a los largo de sus 55 años, buscando siempre  de impartir talleres, enseñando los bailes tradicionales  y todo lo bello de nuestras raíces. Observando tan hermoso panorama, volví al pasado cuando bailaba un buen joropo, jamás se borra de mi mente el repique de los tambores y mucho menos el sonar de las gaitas, en fin lo más bello que viví cuando era joven, de esta manera y tomando un poco de conciencia tenemos que rescatar nuestra costumbres y tradiciones teniendo un sentido de propiedad por nuestro país.
Freddy Reyes

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