sábado, 23 de julio de 2011

Abuelita Feliz; con Computadora.
En los años de mi abuelita, cuenta Ana no existían las computadoras, ellos se comunicaban vía cartas, que se tenían que enviar por correo con unas estampillas que identificaban el país, la dirección exacta y con el nombre del destinatario, se tardaban muchos días en llegar. Era muy incomodo comunicarse de un país a otro, tenían muy poca comunicación con sus familiares y cada vez que llegaba una carta era una gran emoción.
Porque en aquella época no tenían ni la más remota idea de inventar las computadoras, eran otros tiempos, la edad de piedra como se dice todo era muy feo y no había nada de tecnología, todo era manual y muy lento.
Cuenta mi abuela que las personas que emigraban perdían muchas veces contacto con sus familiares por las pocas maneras que había para tener algún tipo de contacto directo, porque una llamada telefónica costaba muy caro, y era imposible de costear.

Con el pasar de los años y la evolución de la tecnología, y al entrar a la era moderna se fueron desarrollando los inventos y apareció el ábaco. Este dispositivo es muy sencillo, consta de cuentas ensartadas en varillas que a su vez están montadas en un marco rectangular. Al desplazar las cuentas sobre varillas, sus posiciones representan valores almacenados, y es mediante dichas posiciones que este representa y almacena datos. A este dispositivo no se le puede llamar computadora por carecer del elemento fundamental llamado programa.
Así se fueron inventando: la Pascalina, luego la máquina analítica, en fin muchas cosas hasta llegar a la computadora con PC, y en ese momento acompañado del internet se comunicaban por chat de cualquier red o correo electrónicos.
Mi abuela después de muchos años aprendió a manejar una computadora y ahora hasta laptop tiene, me escribe a diario y esta súper feliz. Es toda una profesional en el manejo del teclado, ama las computadoras y todo lo que se le parezca.
                          



Liliana Nunes

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