New Journalism "6B"

Seres en conexión

Laura se dispone a dormir, pero antes mira un portaretrato vacío, que días antes ocupaba la foto de su abuela, la cual prefirió sacar y dejar aquel endurecido cuadro de madera oscuro, pues no quería sentir su presencia o peor aún, ver la imagen que podría tal vez, ser su fantasma. Laura desde pequeña, siempre ha temido al “más allá”.

A los 10 minutos de haber tomado el sueño, Laura despierta sobre saltada y ve una repentina imagen, casi podría decirse que idéntica al reflejo que se aprecia en un espejo. En medio de la confusión entre el sueño y el susto se da cuenta que en este momento sus ojos veían lo que tanto quería evitar, Laura acaba de experimentar la aparición del espíritu de su abuela.

Siempre ha existido en nosotros la curiosidad en estos temas, pero creamos o no, tampoco podemos escaparnos de aceptar que estos sucesos, que aunque raros y sin explicación científica, han ocurrido. Y hasta el momento sin justificación alguna y ni origen conocido.

Muchos hemos experimentado sucesos paranormales. Las apariciones pueden darse de diferentes formas: visuales, auditivas, táctiles o a través de olores. Si hemos visto imágenes borrosas, sombras, luces o hemos sentido olores extraños como rosas, nardos o perfumes que identifican a algún familiar, podemos decir entonces que hemos tenido experiencias cercanas al más allá.

A veces preferimos permanecer en silencio y guardar este oscuro secreto por temor a burlas. Pues a pesar de existir  miles de pruebas en videos, grabaciones o fotografías, las investigaciones tienden a probar lo contrario. Así como en el caso de Laura, quien presenció una imagen a los pocos segundos de haberse dormido, pero según estudios psiquiátricos, estas manifestaciones se confunden con las llamadas alucinaciones hipnagógicas, las cuales se refieren a un estado que se presenta entre la vigilia y el sueño, que es totalmente normal y tiene explicación.

Estos fantasmas parecen querer algo, algún tipo de ayuda, algo que quieren que hagamos por ellos. Según la parapsicóloga Albertina Oliveira de Hernández, fundadora de Instituto venezolano de Parapsicología, estos espíritus que se manifiestan a través de apariciones, son gente muerta que cree estar viva aún, envuelta en una ilusión, y el no poder comunicarse como ellos desean les produce un profundo sufrimiento.

La parapsicóloga explica que los espíritus que nos acompañan, no pueden dejar el mundo de los vivos porque su vida o sus acciones no han sido concluidas y necesitan de una persona viva para poder realizarlo.

Si en algún momento sentimos algún cambio en alguna parte de nuestro cuerpo, como escalofríos solo en uno de nuestros brazos, sin razón alguna, puede que nos encontremos frente a una experiencia paranormal. Por ejemplo, en la conocida película “Sexto Sentido”, nos encontramos a Cole, un niño de 8 años que desde muy pequeño posee poderes sobrenaturales y puede comunicarse con los muertos. Estas experiencias cercanas a los muertos lo aterrorizan, viviendo siempre atormentado y acompañado de temor.

Las apariciones o fantasmas que se le manifiestan a Cole la mayoría de la veces lo hacen a través de cambios en al ambiente, como el frío. Es por esto que cada vez que se encuentra frente a un espíritu, sale de él humo por la boca; conocida también esta manifestación como ectoplasma. Esto le indica que está frente a un ente extraño y entre dos dimensiones o mundos paralelos.

Sin embargo aunque muchos se opongan simplemente porque no creen o porque el origen de estos sucesos tiene algún respaldo científico, claro está que la duda siempre quedará en nosotros. Pues aunque no hayamos visto, escuchado o sentido nada, existen las pruebas de hechos insólitos y comprobados, como lo es el caso de las apariciones marianas.

Entre estas manifestaciones destaca el día 13 de mayo de 1917, cuando se apareció la Virgen de Fátima por vez primera a tres niños -Lucía, Jacinta y Francisco-. La Virgen pidió que estos acudieran a aquel mismo lugar el día trece de cada mes. Durante seis meses consecutivos daba en cada aparición mensajes a los niños, y debido  a que las personas no creían en las experiencias de los pequeños, la Virgen prometió un signo público, visible por todos, como prueba de la veracidad de estos mensajes en cada aparición. El 13 de octubre del mismo año, miles de personas presentes, fueron testigos de este hecho; incluso fue visto por quienes estaban a muchos kilómetros del lugar de la aparición.

También está el caso de Pedro Castro, quien en el año 1997 cursaba estudios en la Universidad Central de Venezuela y vio mientras caminaba por uno de los pasillos a una joven que venía frente a él. Este se extraña pues, a lo lejos Pedro pudo notar que vestía una ropa que identificó rápidamente con la década de los 60. Era alta, delgada,  de pantalones acampanados y cabello largo con una flor que adornaba su peinado; y mientras más se acercaba, más podía sentir un fuerte olor particular a flores. Cuando pasó a su lado, aumentó el aroma a nardos y al caminar unos metros más, se volteó para observarla mejor y se dio cuenta de que no había nada, la joven había desaparecido. Para Pedro esta experiencia la considera como la aparición del espíritu de alguna chica que estudió en la universidad, la cual nunca podrá olvidar.

Entonces estas evidencias nos llevan a plantearnos una incógnita; son solo mitos, sucesos naturales del cuerpo y trampas de la mente, que tienen una explicación científica o ¿Realmente hemos experimentado conexiones con seres del más allá?

ADRIANA RODRÍGUEZ