sábado, 28 de mayo de 2011

Unidos por una pasión mutua
Cada tarde al ir a caminar al Parque Miranda de Caracas, me fijaba en aquellos jóvenes que se reunían al principio del parque, para realizar Capoeira, el interesante arte de movimientos muy controlados y pensados a través del estiramiento del cuerpo, que expresan seguridad, ritmo y libertad. Siempre me preguntaba, que les hacía sentir el pertenecer a esos grupos en los cuales todos tienen la gran habilidad de expresarse.
El capoeira, es un arte brasileño de origen africano, que desde hace un tiempo se está practicando en Venezuela. Es un medio, en el que se desarrollan unas series de movimientos relacionados con las artes marciales, música y deporte, acompañado de expresión corporal.
Chicos con camisillas y monos deportivos, algunos descalzos y otros con zapatos, jóvenes altos, bajos, morenos, blancos y negros, realizando curiosos movimientos corporales, en un mundo en el cual tienen todo fríamente calculado, donde no hay problemas, violencias, ni discriminación alguna, ya que también hay chicas que practican esta disciplina.
“Es una disciplina que me permite mantenerme en equilibrio y en calma conmigo de mismo”, fueron las palabras de José Rodríguez, quien se reúne diariamente en este espacio y con quien me atreví hablar al respecto, luego de verlo practicar por varias horas.
“Todas las tardes, luego de salir del liceo me refugio en esta actividad, que además de ser un arte es un oficio que me beneficia en cuerpo y mente. No te imaginas la satisfacción que siento mientras estoy en mi espacio, libre de esos pequeños problemas, que a todos como seres humanos nos rodean”, agregó José Rodríguez.
Juan Ramos, entrenador de este grupo de muchachos dice que el capoeira es un medio social, ya que ellos interactúan con otros grupos del mismo arte de distintas partes de la capital, con el fin de intercambiar conocimientos.
“Nosotros nos enfocamos en el capoeira tradicional, en el cual no se dan golpes, solo se fingen, mientras que otros grupos si permiten el contacto. Todos estos intercambios de conocimientos con otros chicos son importantes para el aprendizaje de ellos mismos”
Estos nuevos conocimientos sobre esta disciplina, me hizo verlo como un medio que ayuda a los jóvenes a permanecer aunque sea por un momento, en un mundo de perfección, donde no existe lo malo, donde los jóvenes viven en un país agraciado, de oportunidades y sabiduría, en el cual los padres cumplen su función de proteger y dar cariño a sus hijos.
            A pesar de lo beneficioso que pueden ser este deporte, algunas personas lo ven como algo negativo, como es el caso de Graciela Velásquez quien dice “estas actividades solo promueven la rivalidad y la competencia entre los chicos, tiene un trasfondo violento”.
            Pero también existen opiniones positivas, que es el caso de Francisco González de 35 años de edad, y visitante del parque desde su juventud “el capoeira promueve la creatividad de los jóvenes, es una disciplina que les enseña a ser responsables, para mi es mil veces mejor que se refugien en estas actividades, a que se sumerjan en círculos viciosos como lo son las drogas”.
            Todos los jóvenes que practican cualquier tipo deporte, se crean metas y compiten consigo mismos, con el fin de probarse que son capaces de alcanzar lo que se propongan, por lo cual no veo al capoeira, ni ninguna arte marcial, como algo negativo que promueva la violencia entre los chicos.
            Ahora cada vez que tengo la oportunidad de disfrutar de este deporte, no dudo en acercarme al parque para alimentarme por medio de la vista, del compañerismo que existe en ellos, ya que como mencione al principio, no existe la discriminación, sino el respeto y la ayuda mutua.
Yessica García  

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