viernes, 22 de julio de 2011

El riesgo de la promiscuidad en los adolescentes
Las mujeres no son objetos sexuales
Tocan el timbre y Ana teresa salta de la cama hacia la puerta. Alberto un compañero de clases simpático que había conocido unos días antes en la universidad, entro y luego de dos cervezas, se empezaron a acariciar bajo las sabanas. Dos horas luego de la llegada de Alberto, la velada  había terminado, pero el deseo de sexo de esta alumna de derecho, aun no estaba saciado. No había terminado de despedirse, cuando ella había marcado en su celular el número de su amante, Juan pablo. Hacia cuya casa salió volando. Luego de tener relaciones sexuales como animales, Ana teresa llamo a su amiga Claudia  para contarle y sin ruborizarse, le confesó. Que no ha quedado satisfecha, volvió a su apartamento. Abrió la puerta recibió un mensaje de Carlos otro chico con el que quedo a encontrarse en el ascensor  de su edificio. “Carlos es  sentimental totalmente, de esos que te murmura al oído, te amo mientras te hace el amor – incesante sin darnos calma – tuvimos sexo divino y como siempre se quedo en mi cama haciéndome caricias luego al final”. Lo acompañe a la puerta y nos despedimos con un beso mágico.

Ana teresa de 17 años, vive estos encuentros sexuales con distintos amantes, como aventuras emocionantes y intensamente., se siente promiscua, una prostituta “, según su propias palabras ¿Es esta la sensación influyente de los jóvenes de hoy?    
“cuando salgo a la discoteca y empiezo a bailar, la verdad que lo único que me importa es terminar en la cama con un chico. Es normal la idea de pasar un buen momento, distraerme. Realmente no me importa”.

La promiscuidad guarda relación con la cantidad de personas  con las que tenemos sexo, ser considerado una persona promiscua  con lleva a una representación social.

Mayormente La promiscuidad en los adolescentes se manifiesta de una familia que pretende controlar el comportamiento sexual de sus hijos. Como tal creo que no existe. Las conductas sexuales son decisiones de las personas en común acuerdo con otras, expresa maría magdalena Rivero, psicoterapeuta infantil. 

Los jóvenes escogen no saber las graves consecuencias que el sexo puede causarles, tales como enfermedades transmitidas, embarazos indeseados, o simplemente sentirse utilizadas. Aún así lo que más les importa son las relaciones sexuales, que para ellos son experiencias que viven libremente, sin compromiso alguno. Esta forma de vivirlo puede acarrear inseguridad, sobretodo en la joven mujer que en su aspiración de sentirse amada se entrega más y muchas veces sin antes llegar a la madurez.

Riesgos

Una persona promiscua tiende a tener contacto sexual con varios individuos.  En el caso de tener  este tipo de actividad sexual sin protección aumenta considerablemente el riesgo de transmisión sexual o embarazos no deseado

Consecuencias

Si no hay protección existe el mismo riesgo de adquirir el VIH, sea o no promiscua la conducta, especialmente en jóvenes y adolescentes, cuyas condiciones biológicas resultan más vulnerables al iniciar su vida sexual activa.

La psicoterapeuta María Magdalena Rivero aconseja a que enseñemos a nuestras hijas la importancia de saber esperar para comprender la nobleza del amor. Y  a las niñas adolescentes a recordar que nosotras nos entregamos en cuerpo y alma, pero no olvidemos también que el hombre muchas veces toma el cuerpo y se le olvida el alma. Si necesitas terapias la doctora Rivero está dispuesta en ofrecerte su ayuda profesional en la calle parís, las mercedes.  Consultorio Anauco.

Daniela Maza

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