sábado, 23 de julio de 2011

Pecados en Revolución
        
     En la “revolución bonita” de nuestro país, se viven situaciones que no dejan de asombrar a la población.

   Santiago Gil es un psicoterapeuta, que trabajó 15 años en la administración pública, en diferentes instituciones y ministerios. Su última gestión gubernamental la realizó en el antiguo Ministerio de Turismo (MINTUR), hoy con el nombre Ministerio del Poder Popular para el Turismo.

    En su último recorrido por la administración pública, Santiago Gil vivió una experiencia que nunca olvidara, pues la intolerancia, la ineficiencia y la arbitrariedad se hicieron presente en esta institución venezolana.

    Santiago Humberto Gil Pacheco, egresado de La Universidad Central De Venezuela (UCV) de la escuela de psicología. Nació en Caracas el 04 de Julio de 1932. Hombre honorable, sincero, espontáneo, intachable de comprobada reputación cuenta su última actividad en la administración pública. Gil es amigo de la familia Colina, una amistad que ha perdurado en el tiempo, gracias a la sinceridad y hermandad que lo caracteriza. Conocido por sus compañeros de trabajo por denunciar irregularidades en su trayectoria como funcionario.

      Gil formaba parte del equipo del viceministeriado de control de calidad, donde se da el visto bueno a los proyectos a ejecutar.

   “Un buen día el ministro de turismo Wilmar Castro Soteldo presentó varios proyectos, el equipo del viceministeriado de control y calidad no le podían dar curso a los mismos, por la falta de sustentación técnica, científica y administrativa”. Manifestó el psicoterapeuta.

   La viceministra autorizada para dar el visto bueno era Dalila Monserrate junto a su equipo de trabajo, expusieron que no se le podían dar curso a dichos proyectos por carecer de una plataforma sustentable. Comentó el ex funcionario del Ministerio De Turismo.

   “El ministro Wilmar Castro, molesto, iracundo y manejando su máxima agresividad, pedía respuestas positivas o el visto bueno a los proyectos presentados, fue cuando por sugerencias del equipo, Dalila Monserrate tomó la decisión de presentarle el caso al Contralor General Glodosbaldo Rusian. El señor contralor pidió en físico y digital todas las irregularidades”. Dijo Santiago Gil

“Efectivamente, al paso de 15 días el contralor se comunica con la viceministra, le informa que habló con el Presidente De La República, ya que a él se le escapaba la posibilidad de dar una respuesta, enterándose que dicho ministro y el presidente los une una estrecha relación de amistad y familiaridad”. Enfatizó Gil, tomándose un café. 

    “Pasaron varios días cuando el ministro Wilmar Castro se presento al despacho de la viceministra, expresando cualquier cantidad de improperios y ordenando el abandono del cargo a la viceministra Dalila Monserrate y su equipo” Comentó el psicoterapeuta.  

   Gil se refirió también a los asesores del ministro Castro, que le comunicaron inmediatamente al ministro que sería después que la viceministra y su equipo haga un acta de entrega que la ley contempla y da 30 días para realizarla y presentarla.

   En una entrevista realizada vía telefónica a la señora Dalila Monserrate expresó lo siguiente: “Fue una situación encontrada, llena de irregularidades, donde prevaleció la decisión de la máxima autoridad, pero lo importante es conducirse en el marco legal y el profesionalismo”.

    “En ese periodo se solicitó un derecho a replica el cual fue fallido y nunca se obtuvo respuesta”. Agregó Gil en tono irónico.

   El acta de entrega de la viceministra Dalila Monserrate y su equipo, reposa con copias en la Contraloría General de la República, en el despacho de la presidencia y en el despacho del Ministerio Del Poder Popular Para El Turismo. Señaló Santiago Gil.
 
   Dada la información por el señor Gil, fuimos al despacho de la Contraloría, de la presidencia y a la del Ministerio y no fue posible acceder a la copia del acta. Los funcionarios presentes en las instalaciones de los sitios ya mencionados dieron dilación para mostrar el acta y todo lo concerniente a la misma.

   “Artículo 2. El periodista tiene su origen en la libertad de expresión y el derecho a la información, normas democráticas consagradas en la Constitución de la República. El periodista debe luchar por la vigencia y efectividad de tales Principios”. Código de Ética del Periodista Venezolano.

   “Artículo 57. Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa.

   Se prohíbe la censura a los funcionarios públicos o funcionarias públicas para dar cuenta de los asuntos bajo sus responsabilidades”. Constitución De La República Bolivariana de Venezuela.

    Nunca se resolvió el caso y la verdad no se evidencio, la viceministra Dalila Monserrate y su equipo entre ellos Santiago Gil fueron destituidos y vetados de la administración pública.

    El ministro Wilmar Castro Soteldo fue removido 5 meses después, estuvo un año alejado del gobierno y en el 2008 fue electo gobernador del estado Portuguesa.

¿Qué pasó entonces con esta situación?
Esta es la triste historia de una gestión revolucionaria.


Johnny Colina

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