Sexo casual: One night stand
Música a todo volumen, humo, alcohol y luces tenues configuran el escenario perfecto para que cientos de desconocidos pierdan la noción de la realidad. Los locales nocturnos capitalinos se copan noche tras noche y situaciones como la que Luciana y Carlos vivieron hace un par de meses, están a la orden del día.
Luciana salió un jueves a una discoteca capitalina con su grupo de amigas. En total, eran unas seis chicas, vestidas definitivamente para ir de “cacería”. Faldas mínimas, tacones altísimos y cabello suelto describen su apariencia, además, uno que otro retoque estético convierte a cada una de estas chicas en una “Femme fatal” .
Entran al club nocturno e inmediatamente son avistadas por hombres y mujeres, captan miradas por donde quiera que pasan, tanto así, que si pudieran contabilizarlas cuatro cifras habrían quedado cortas. Varios intentan acercarse a las chicas sin éxito, para los más tímidos, las chicas constituyen una falange impenetrable pero igualmente, demasiado provocativa.
Carlos mira a Luciana desde unos cuantos metros de distancia, la chica le ha devuelto un par de miradas también y le ha dado luz verde con una sonrisa mortífera. Carlos se encamina hacia Luciana y esta, previendo el momento, juega con su cabello mientras sonríe coquetamente y mira al suelo.
¿Bailamos? –Preguntó Carlos-.
¿Por qué no? –Respondió Luciana-.
Tanto bailaron, tomaron, rieron, etc., que la noche se les fue en un parpadeo. Luciana miró a su alrededor y para su sorpresa todas sus amigas se habían ido.
Carlos, ¿me llevas a casa? –preguntó ella-.
Seguro, vámonos –respondió él-.
De Las Mercedes a La Castellana a las 4:00AM, les tomó apenas diez minutos. Al momento de despedirse, siguieron los protocolos sociales típicos: “La pasé muy bien esta noche”, “Gracias por traerme a casa”, “Me encantó conocerte”, bla bla bla. Un gasto de palabras innecesario entre dos personas que quieren abalanzarse la una sobre la otra.
Al pretender bajarse del auto, Luciana hace el movimiento típico para despedirse con un beso en la mejilla, pero, la prolongación de ese momento y la distancia mínima que hay que recorrer para besar la boca fueron los cómplices perfectos de la lujuria. Besos, manos curiosas, respiración entrecortada fueron la antesala de lo que estaba por venir.
Falda para arriba, ropa interior a un lado y problema resuelto. Lo ilícito del momento, lo desconocido y el riesgo de ser capturados, aumentaron las sensaciones al máximo, la descarga de adrenalina entró en juego para que pocos minutos después se diera por terminado el asunto y ambos se dieran por satisfechos. No hubo intercambio de números, no hubo promesas falsas, nada. Ambos saciaron sus ganas y siguieron sus vidas como si nada hubiese pasado.
El sexo casual o “One night Stand”, es el nombre que se le da al hecho de tener relaciones sexuales en un momento inesperado, ya sea con personas conocidas o desconocidas. Se suele pensar que el sexo casual, sobre todo para las mujeres, puede dejar un sabor amargo al día siguiente, sintiéndose solas o usadas, sin embargo, una encuesta entre más de mil estudiantes de la Universidad de Minnesota concluyó que uno de cada cinco jóvenes admitió haber tenido sexo casual últimamente y entre ellos y aquellos que solo tuvieron sexo dentro de los límites de su pareja estable, las diferencias no eran notables: todos estaban emocionalmente más o menos en las mismas condiciones.
Por su parte, un estudio realizado por la Universidad de Durham en el Reino Unido, dice que mientras las mujeres se sienten culpables luego de una noche de sexo casual, los hombres lo toman como una experiencia divertida y sin mayores complicaciones.
En una nota publicada por el portal virtual PuntoVital, la sexóloga Elena Sepúlveda Parada señaló que a pesar de que el sexo casual se ve como un tema relacionado con el destape al que nos hemos visto enfrentados durante este último tiempo, “siempre hay un daño”, uno de ellos se da generalmente en los hombres y es el temor al desempeño en la intimidad. Después de todo, se tiene sólo de “esa” noche para demostrar su performance.
Un abreboca del De cualquier manera, si decides tener sexo casual, recuerda que la prevención es lo primero. El uso del condón es imprescindible desde el primer momento de la relación. ¡Protégete!
OSCAR LAZO
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