sábado, 23 de julio de 2011

Insaciables Sexuales
           Ninfomanía significa "manía de las ninfas", en alusión aciertas fábulas de la mitología griega. Pero en términos de la psicología, la palabra "manía" es un desorden emocional que está muy cerca del delirio, lo cual lo define como una enfermedad o trastorno y como tal debería prestársele la atención adecuada. Lo cierto, es que una persona ninfomaníaca, es incapaz de obtener satisfacción con el sexo, por lo cual siente la pulsión de repetir una y otra vez el acto sexual buscando una satisfacción que no obtiene, la verdad es que la persona que lo padece lo vive como algo sumamente angustiante y frustrante, ya que por más que lo busca no consigue satisfacer su deseo.
Características de los adictos sexuales o ninfomaníacos
            Se caracteriza por una frecuente estimulación visual que hace que el individuo exacerbe su natural sexualidad hasta la adicción. Esto provoca que se autoestimule genitalmente y una vez alcanzado el punto del orgasmo, puede no resultar en la satisfacción emocional (o sexual) a largo plazo del individuo. La ninfomanía se manifiesta en individuos reprimidos sexualmente en su infancia o adolescencia; y en los de mayor edad, el sentimiento de perder el vigor sexual (especialmente en hombres) y desear mantener la libido excitado sexualmente consumiendo pornografía.
En ocasiones, la ninfomanía va acompañada de sentimientos de malestar y culpa. Se piensa que esta insatisfacción es la que alienta la elevada frecuencia de estimulación sexual, así como síntomas psicológicos y neurológicos adicionales. Otra manera en que se manifiesta la ninfomanía es cuando ocurre la ruptura con la pareja en que la relación ha sido predominantemente sexual, la o el afectado (a) o abandonado (a) busca a la pareja inconscientemente en otras parejas sexuales y de este modo se produce la adicción al sexo.
            Los hipersexuales pueden tener problemas laborales, familiares, económicos y sociales. Su deseo sexual les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, buscar páginas sexuales en Internet, realizar con frecuencia llamadas a líneas eróticas, buscar el contacto sexual mediante citas a ciegas, entregarse al sexo ocasional con desconocidos, etc., haciendo que su vida gire en torno al sexo.

Desórdenes clínicos
           
La ninfomanía se consideraba como un trastorno psicológico exclusivamente femenino caracterizado por una libido muy activo y una obsesión con el sexo. En los hombres el trastorno era llamado satiriasis y quien la padecía se le denominaba sátiro.
            El deseo sexual varía considerablemente en los humanos; lo que una persona consideraría como deseo sexual normal podría ser entendido por otros como excesivos y por otros como bajo.
            El consenso entre aquellos que consideran la hipersexualidad como un trastorno es que el punto máximo se alcanza cuando el comportamiento causa incomodidad o impide el funcionamiento social. La ninfomanía o sátiro también se manifiesta en individuos sanos, presentándose por cortos periodos en que la testosterona o estradiol presentan máximos niveles.
            Los adictos sexuales pueden expresarse también en aquellos con trastornos bipolares durante periodos de manía. Personas que sufren de desorden bipolar pueden presentar continuamente enormes oscilaciones en la libido, dependiendo de su estado de ánimo. Algunas veces esta necesidad psicológica de actividad sexual es mucho más alta de lo que ellos reconocen como normal, y a veces está muy por debajo de ello.
La hipersexualidad es una de las dependencias menos conocidas y visibles, puesto que las personas que lo padecen suelen mantenerlo oculto y disimularlo, sobre todo con las personas conocidas (con las que se muestran incluso como tímidos). Se estima que hasta el 6% de la población lo padece, y que sólo el 2% de los afectados son mujeres.
            Unos de este 2% es el caso de Zulema quien proclama ser adicta al sexo. Dice necesitarlo todo el tiempo y piensa en ello a cada rato. Lleva demasiadas parejas como para contarlas y lo que más ansía son las distintas experiencias con todo tipo de personas y absolutamente todo el tiempo.
Trabaja como stripper y ha experimentado con todos los aspectos de su sexualidad. No considera su adicción al sexo como un problema. El dilema de Zulema se inicia a raíz de ser víctima de abuso sexual a manos de un familiar.  Dice haber crecido pensando que ella era simplemente un objeto sexual. Esa fue la mentalidad que dio paso a su adicción al sexo que a fin de cuentas se manifestó en lo que fueron innumerables relaciones pasajeras y cantidad de relaciones extra maritales.
MARÍA GABRIELA MENDOZA

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