jueves, 23 de junio de 2011

POR UNO PAGAN TODOS
“Me retiré porque era  convertirme en cómplice al quedarme callado o iba a ocurrir una adversidad por  yo no estar de acuerdo” era lo que se escuchaba un día en la hora de almuerzo en el comedor de mi trabajo.
José Montilla hoy día se desempeña como personal training  en un reconocido gimnasio ubicado en la zona este de la ciudad de Caracas. En tiempos pasados perteneció a la Policía Metropolitana, luego de de muchas entrevistas y presentación de pruebas, le llegó su día y ejerció por un (01) año, pero los llamados maltratos policiales hacía la ciudadanía lo llevaron a pedir la baja debido a que no estaba de acuerdo con semejantes atrocidades.
Muchas fueron las  veces que Jose se disfrazo de indigente porque pertenecía al departamento de investigaciones, por lo tanto, a la hora de indagar sobre alguien tenía que pasar por desapercibido, pero un día  no corrió con la suerte suficiente, debido a que estaba vestido de civil y un malandro lo reconoció como policía e inició un enfrentamiento en donde fue abaleado en su pierna derecha y rescatado por una compañera policial.
Incontables veces llego a su casa en la madrugada  y encontró a su mamá en la sala llorando, ya eran suficientes razones para José no seguir en la policía. Por mucho que le gustaba estar allí, decidió darle paz a su madre retirándose, añadido que los sueldos y  equipamientos no eran los mejores, las armas de los malandros eran de mayor calidad que las de la policía”.
El abuso de autoridad no pasa por alto, y viene dado a que no existen filtros a la hora de elegir un funcionario, las chapas los hacen sentir con poder y pierden el respeto por lo que son los Derechos Humano de los ciudadanos. ¿Cómo es posible que a la hora de detener a una persona se le tenga que martillar para poder dejarlo libre?”.  Y es que este martillo se da porque son mal pagados,  y tienen que sacar de sus bolsillos para el mantenimiento de uniformes, armas, motos y patrullas donde se desplazan, al menos sucedía cuando José estaba.
Claro, eso no pasa con todos los que allí ejercen. Pero como dice el dicho “por uno pagan todos”, entonces, hoy día con la ola de violencia que  vive  Venezuela por tantos malandros e inseguridad que existe, a la hora de buscar un policía para que te ayude, lo que la persona hace es huir debido a que no se sabe quién es más delincuente, si el que  esta persiguiéndote  para robarte o el policía que te consigues a la vuelta de la esquina. Salvaguarda, que  no sabemos  si es de verdad o simplemente es un choro disfrazado para que se le haga más fácil y rápido atrapar a la víctima.
Y es que los escándalos evidenciados  semanas  atrás donde falleció  una persona,  por la brutalidad de las policías locales (Chacao),  vuelven a dejar en reprobación la organización de la seguridad en nuestro país y apuntan a la aún principiante  Policía Nacional Bolivariana, que en su certificado nacimiento promete una actuación profesional.
Denuncias del oficialismo contra la Policía Municipal de Chacao de Caracas por supuestos abusos de detenidos, y de la oposición contra la de Barinas por los presuntos golpes a Lorent Saleh, un joven dirigente contrario al Gobierno de Hugo Chávez, han vuelto a poner en el ojo del huracán el proceder policial.
Petkoff  reveló en su diario   que “la inseguridad es identificada en todas las encuestas del país como el principal problema de todos los venezolanos y  que a Saleh, quien encabezó a principios de año una huelga de hambre ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas, “le rompieron la cara a fuerza de golpes”.
“Si hubiese una verdadera disposición en acabar con el delito y mejorar la seguridad de los ciudadanos, este nuevo cuerpo policial podría ser un buen instrumento, porque además plantea mecanismos de coordinación con las policías municipales y regionales”, indicó José
Los cuerpos de seguridad deben se despolitizados, “tengo muchos ex compañeros de trabajo y estos hablan  de una situación muy difícil, no solo son los sueldos y salarios, ya no hay líderes. Hoy día los muchachos que ingresan lo primero que están pendientes es de tener carros y camionetas lujosos, la mística ha desaparecido por completo  y será muy difícil en el futuro volver a tener una policía como en el pasado”.
 Se están conformando núcleos de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, están  tomando lo mejor y lo que más se ajusta a la condición venezolana, ya que el modelo policial está siendo desarrollado  en respuesta a la demanda de los ciudadanos del país, (UNES), comenzó con la formación policial, pero está previsto que abarque otras áreas como la formación de otros profesionales vinculados a la seguridad, como bomberos, custodios penitenciarios e investigadores criminalísticas, explicó.
De los 4.500 agentes que ahora integren el nuevo cuerpo policial “se aspira a tener 17.000 funcionarios a finales del año entrante“, agregó El Achkar, quien destacó que para entonces esta Policía, además de Caracas, operará en 9 de los 27 estados del país.
En Venezuela los estudios sobre la fuerza física policial se han centrado alternativamente en su comprensión como práctica desviada o proceso normal e inmanente a la actividad policial.  Pero más que tratarse de aspectos distintos y antagónicos, se propone que ambas formas de manifestarse la violencia policial remiten a la naturaleza misma de su actividad y de su autorización para usar la fuerza contra los ciudadanos.

Del servicio de policía  En el Artículo 3 de la Ley de Policía Nacional dice: “El servicio de policía es el conjunto de acciones ejercidas por el Estado a través de los cuerpos de policía, con el propósito de proteger y garantizar los derechos de las personas frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad, riesgo o daño para la integridad física de las personas, sus propiedades, el ejercicio de sus derechos, el respeto de sus garantías, la paz social, la convivencia y el cumplimiento de la ley”.
MARY LAURA RAMIREZ

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