Un bebe mi regalo de 15 año
Foto: Joan Santana |
La China, así la llaman sus amigos y familiares. Tan solo con 14 años descubrió que su corazón latía fuertemente cuando estaba cerca de César un vecino que era tan solo un año mayor que ella.
Juntos descubrieron el amor, ambos, inexpertos tomaron la decisión que definitivamente cambiaría sus vidas para siempre. Luego de tres meses de romance el momento llego, así pensaron y decidieron entregarse en cuerpo y alma, dejándose llevar por los efectos hormonales que los impulsaba a sentir más.
20 días antes de la fiesta de 15 años la China recibe lo que hoy llama su “mayor regalo” sin embargo, para aquellos tiempos era lo peor que le podía haber pasado en su vida. Un bebe crecía en su pequeño vientre.
Lágrimas y gritos dieron los familiares de los futuros padres prematuros, pero ya el destino estaba escrito y Daniel nació fuerte y saludable.
Hoy tiene 8 años de edad, dice que su papá y su mamá han sido los mejores del mundo. Practica natación y futbolito, es uno de los mejores en su clase.
Aunque fue una gran lección de vida para la China y César definitivamente lo lograron con el apoyo incondicional de los familiares de ambos quienes nunca dejaron de enseñarles y apoyarles es su experiencia.
El embarazo precoz es un problema mundial. Los países con índices incluso más altos que Estados Unidos incluyen a Venezuela, México, Argentina y Sudáfrica (http://www.elmundo.es/america/2010/01/29/noticias/1264779274.html)
La realidad es que definir el papel que juega la familia en reducir el número de embarazos en adolescentes requiere revisar más de cerca el espinoso problema, y es en este punto del proceso en el que generalmente se comienza a señalar culpables. Los padres culpan a las escuelas y a los medios de comunicación, los profesionales de los medios regresan la responsabilidad a los padres y las escuelas, y muchos de los involucrados finalmente responsabilizan al gobierno. Es como si investigar los elementos de este problema fuera un juego de culpas en el que nadie ha ganado puntos
Como padres, necesitamos ser mejores para contar historias importantes a nuestros hijos, y para contarlas con frecuencia. Historias acerca de metas y aspiraciones, valores y expectativas, realidades y verdades sobre las consecuencias de las malas decisiones.
Hazel Petrelli
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