miércoles, 22 de junio de 2011


Una experiencia embarazosa

   El sueño de todo gran chef siempre ha sido viajar por el mundo y conocer todas las cosas que impliquen gusto y sabor dentro de cada país, pero cuando se trata de trabajo no siempre  da tanto gusto viajar. Como es el caso de Marco, un Chef venezolano quien inspirado por conocer nuevas culturas y obtener un mejor sueldo y reconocimiento decidió dar un paso adelante e irse a Francia.
    Sin pensarlo, Marco hizo sus maletas como muchos otros han hecho y se fue. En su cabeza nunca vio las consecuencias aunque sabía que corría un gran riesgo. Para él era importante demostrar sus habilidades y salir de su área de comodidad, tanto la rutina como las ganas  inmensas de aventurar fue lo que lo llevó a tomar esa decisión la cual le dio una gran lección.

       Una vez que llegó a Francia se sintió atraído instantáneamente por todo lo que había a su alrededor, los mercados, la gente y la belleza innata del lugar. Así pasó varios días disfrutando de todo hasta que llegó su primer día de trabajo el cual no fue tan malo considerando lo que le ocurriría después. Un amigo venezolano quien ya era chef ejecutivo en otro lugar lo recomendó para trabajar en un nuevo restaurant que trataría de comida fusión ¨ unión de dos comidas totalmente diferentes en una sola¨. Marco se sentía muy emocionado por que ya había hecho comida fusión y porque sentía que sabía todo lo que se requería para el puesto. Sin embargo, nunca se imagino que detrás del gran sueldo que le ofrecían estaba la gran desventaja del idioma.

     El no saber hablar francés no detuvo a Marco porque él pensó que todo el mundo hablaría ingles y así se podrían entender,  pero al contrario de lo que él pensó nadie dentro del restaurant hablaba inglés así que su única solución fue usar el lenguaje de los gestos el cual funcionó por un tiempo hasta que los demás empleados se dieron cuenta de que él era un gran rival por lo que le hicieron la vida imposible. Debido a que la cocina como muchas otras carreras es muy competitiva, Marco tuvo muchos problemas y no logró llevarse bien con sus compañeros porque su objetivo siempre fue mostrarse y ser el primero en todo aunque con mucho respeto hacia los demás.

     Meses después cuando el chef ejecutivo ya le tenía confianza lo nombró encargado de una cena especial  para varios embajadores, la cual era muy importante para darle renombre al nuevo restaurant. Por supuesto, Marco aceptó el reto y realmente lo fue porque la cena salió desastroza. Sus compañeros le tendieron una trampa e hicieron los platos equivocados del menú lo que culminó en una reacción alérgica en uno de los comensales. Al día siguiente, toda la responsabilidad cayó sobre Marco y el chef ejecutivo le dijo que tendría que irse porque llevaba ya varios meses y estaba muy claro que no entendía francés y no quería correr el riesgo de intoxicar a otro cliente por su ignorancia. Sin poder hacer mucho, Marco trato de justificarse y explicarse pero el daño ya estaba hecho y no podía volver el tiempo atrás, lo que sí podría hacer es devolverse a Venezuela y comenzar de nuevo pero esta vez con una gran lección de vida y pensando cada una de sus decisiones.

Daniella Uzcátegui

No hay comentarios:

Publicar un comentario